sábado, 3 de octubre de 2009


Quizás bastaba respirar, sólo respirar muy lento. Recuperar cada latido en mí. Y no tiene sentido ahora que no estás. ¿Ahora dónde estás? Porque yo no puedo acostumbrarme aún. Diciembre ya llegó, no estás aquí pero yo te esperaré hasta el fin. En cambio no; hoy no hay tiempo de explicarte y preguntar si te amé lo suficiente. Yo estoy aquí y quiero hablarte ahora. Porque se rompen en mis dientes las cosas importantes, esas palabras que nunca escucharás y las sumerjo en un lamento haciéndolas salir porque son todas para ti, una por una aquí. Las sientes ya, besan y se posarán entre nosotros dos. Si me faltas tú, no las puedo repetir, no las puedo pronunciar. En cambio no; me llueven los recuerdos de aquellos días que corríamos al viento. Quiero soñar que puedo hablarte ahora. En cambio no; hoy no, hay tiempo de explicarte. También tenía ya mil cosas que contarte y frente a mi, mil cosas que me arrastran junto a ti. Quizás bastaba respirar, sólo respirar muy lento.

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